Como resulta evidente, en toda empresa se tratan y usan diversos datos, sobre todo, aquellos relacionados con trabajadores y clientes. Por ello, es fundamental contar con un delegado de protección de datos.
PERO ¿QUÉ ES UN DELEGADO DE PROTECCIÓN DE DATOS?
Esta figura se encuentra regulada tanto en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) como en la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantías de Derechos Digitales (LOPDGDD).
Su definición puede concretarse como aquella figura, que puede ser interna o externa a la organización, así como una persona jurídica o física, encargada de velar por el cumplimiento de la normativa de protección de datos.
Asimismo, el Delegado de Protección de Datos necesita contar con solo un requisito: tener los conocimientos específicos necesarios relativos a la protección de datos personales y la normativa correspondiente.

En cuanto a sus funciones, son varias, pero cabe destacar un aspecto fundamental del ejercicio de dichas funciones.
Concretamente, es la independencia. El Delegado de Protección de Datos debe poder ejecutar sus funciones de forma independiente, sin poder recibir ni instrucciones ni sanciones por el desarrollo de su trabajo.
En este sentido, debemos pensar que se trata de un profesional, por lo que no puede verse influenciado por la empresa, debiendo realizar dichas funciones con la mayor diligencia y objetividad posible.
Hablando de dichas funciones, algunas a destacar son:
- El asesoramiento en materia de protección de datos.
- La supervisión constante de las actividades, tratamientos y usos de datos a fin de que se cumpla con la normativa de protección de datos.
- La elaboración de informes para dilucidar qué actividades requieren del tratamiento de datos, a fin de evitar el tratamiento y uso de los mismos salvo si es estrictamente necesario.
- El asesoramiento para la elaboración de la Evaluación del Impacto en la Protección de Datos (EIPD).
¿TODAS LAS EMPRESAS TIENEN QUE TENER UN DELEGADO DE PROTECCIÓN DE DATOS?
La respuesta la tiene el RGPD y es que no. Es obligación tener un delegado de protección de datos, únicamente, en los siguientes casos:
- Cuando sea una autoridad u organismo público quién realice el tratamiento de datos.
- Cuando las actividades principales del responsable o encargado del tratamiento conlleven un tratamiento a gran escala y requieran una vigilancia constante.
- Cuando las actividades principales del responsable o encargado del tratamiento conlleven un tratamiento a gran escala de datos especialmente protegidos o relativos a infracciones penales.
Aun así, muchas empresas pueden tener dudas acerca de si realmente necesitan o no contar con un Delegado de Protección de Datos, sobre todo, cuáles pueden ser las ventajas de tener un Delegado de Protección de Datos si no estas obligado a ello.
ENTONCES, ¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE TENER UN DELEGADO DE PROTECCIÓN DE DATOS?

A continuación, te exponemos algunas de las razones o motivos por las que es recomendable contar con un Delegado de Protección de Datos.
- Cumplimiento de la normativa y evitación de posibles sanciones: Tanto el RGPD así como la LOPDGDD recoge unas sanciones sumamente severas en materia de protección de datos. Por ello, contar con un Delegado de Protección de Datos es esencial para evitarlas, puesto que una de sus labores es velar por el cumplimiento de la normativa de protección de datos, asegurando el correcto tratamiento y uso de los datos.
- Control de riesgos: Otra de las funciones que puede tener un Delegado de Protección de Datos es el análisis de riesgos relativos a la protección de datos. En este aspecto, el Delegado de Protección de Datos ayudará no solo a identificar esos riesgos, sino también a recoger posibles medidas preventivas para evitarlos.
- Rapidez de actuación ante brechas de seguridad: Por último, es la rápida respuesta ante posibles brechas de seguridad. Por mucho que se tenga cuidado, siempre puede generarse una brecha de seguridad. En estos casos, el Delegado de Protección de Datos será el encargado de analizar en profundidad dicha brecha y actuar para reducir o solventarla cuanto antes, evitando filtraciones de datos, filtraciones que si no son rápidamente tratadas pueden acabar siendo a gran escala.