Internet se ha convertido en el escaparate principal de la mayoría de las empresas, tanto grandes como pequeñas, que operan en el mercado.
Por ello, a menudo solemos escuchar la frase “Si tu empresa no está en Internet, no existe”.
En cualquier plan de marketing, la presencia en redes sociales, el diseño web y las campañas publicitarias online de una empresa, se consideran cruciales.
El problema suele estar en aquellos casos en los que una empresa se ve afectada por críticas, artículos u opiniones negativas que dañan su imagen pública y su reputación online.
A propósito de la importancia de la reputación y el “buen nombre” de las empresas, tanto el Tribunal Constitucional como el Tribunal Supremo también han llegado a pronunciarse de manera meridianamente clara cuando afirman que: “Aunque el honor es un valor que debe referirse a las personas físicas individualmente consideradas, el derecho a la propia estimación o al buen nombre o reputación en que consiste no es patrimonio exclusivo de las mismas (STC 214/1991, de 11 de noviembre)” (SSTS 344/2015, de 16 de junio y 594/2015, de 11 de noviembre).
¿Y qué pasa con mi empresa?
Conociendo el cambio de Internet, se ha considerado necesario dar a las empresas, autónomos, etc., la protección del derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen.
Un punto muy importante y que pocas veces se aclara:
Los criterios antes mencionados no solo se aplican a las empresas que operan en el tráfico mercantil general, sino también a partidos políticos, fundaciones y sindicatos.
Por todo lo dicho, cualquier empresa que haya visto dañados, injustamente, su honor y su propia imagen en Internet, tiene herramientas más que de sobra para defenderse.
Si tu negocio y/o empresa han visto mancillados su honor y su buena imagen en Internet, en TeBorramos podemos ayudarte mediante la puesta a tu disposición un equipo de letrados especialistas en la defensa del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen.