La ley europea del derecho al olvido no le gusta a Google
Hace cuatro años ya desde que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminase que Google debía de aplicar la ley del derecho al olvido. Pero la realidad es que la forma de que el buscador aplica esta regulación dista mucho de contentar a las instituciones europeas.
Los ciudadanos europeos tienen mediante el derecho al olvido una herramienta para solicitar al gigante tecnológico que elimine los datos que aparecen sobre su persona, que los modifique si estos son incorrectos y llevan a error, son irrelevantes o han sido filtrados sin su consentimiento.
La realidad es que Google siempre ha considerado al derecho al olvido como un atentado contra la libre circulación de la información y la libertad de expresión.
Difícilmente siguiendo las herramientas que Google nos proporciona conseguimos que el buscador no elimine de sus resultados de búsqueda. El TJUE considera que la compañía no está aplicando debidamente la normativa, por ejemplo desde la agencia de protección de datos francesa se interpuso una multa a Google de 100.000 euros por incumplimiento de la ley ya en 2016.
Google insiste que eliminar datos de usuarios compromete la democracia y daría pie a que regímenes autoritarios hicieran lo propio para poder hacer desaparecer información de Internet que fuera en su contra.
Según informa Google desde su propio informe de transparencia de Google, actualmente deniega la gran mayoría de las peticiones particulares para aplicar el derecho al olvido. Y la única solución que queda es recurrir a una empresa especializada.