Nuestros datos no solo deben ser protegidos a nivel nacional, sino que la Unión Europea, mediante el Supervisor Europeo de Protección de Datos, es nuestro aliado.
Recientemente, la Unión Europea le ha llamado la atención a la Europol, que es la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial.
Esta Agencia, concretamente, se encarga de recolectar información, incluyendo datos personales, relativa a cualquier actividad delictiva.
Pero, a pesar de tratarse de una tarea sumamente importante de cara a nuestra seguridad, la Europol se ha excedido un poco.
Parece ser que la agencia ha almacenado, nada más y nada menos, una cantidad superior a 4 petabytes de información personal sin siquiera estar categorizada según la actividad delictiva y su procedencia.
Así, debemos tener en cuenta que 4 petabytes son, aproximadamente, 4.000 terabytes y en solo 1 terabyte caben 6,5 millones de páginas de documentos en formato digital.
En este sentido, el Supervisor asegura que almacenar tanta cantidad de datos supone un verdadero riesgo para los derechos fundamentales.
Sobre todo, cuando muchos de esos datos pertenecen a individuos que no tienen relación alguna con ninguna actividad delictiva.
Ahora bien, ¿qué datos puede guardar la Europol? ¿Durante cuánto tiempo?
Muy fácil. La Europol puede recabar todos aquellos datos personales de los individuos que sean sospechosos de haber cometido o participado en un delito de su competencia, o bien hayan sido condenados.
Incluyendo, a su vez, aquellos datos de individuos sobre los que exista indicios concretos o razonables para entender que pueden verse relacionados con alguna actividad delictiva.
Aun así, la Europol recaba una cantidad enorme de datos, debiendo ser filtrados y categorizados siempre, eliminando aquellos que no tengan nada que ver con actividades delictivas.
Asimismo, estos datos no deben conservarse más tiempo del que resulte necesario para las tareas de investigación, teniendo como máximo 3 años y debiendo justificarse una ampliación de ese plazo.
Visto lo anterior, es evidente el gran error de la agencia, manteniendo los datos personales no solo sin filtrar ni categorizar, sino que estaban siendo almacenados desde hacía más de 6 años.
Finalmente, ante esta situación, el Superior Europeo ha establecido un plazo de 12 meses para que la Europol filtre y elimine los datos que no resulten pertinentes.
Pero, también ha dejado muy claro que, si no cumplen con ese filtrado y eliminación en plazo, estará obligada a eliminar todo dato con una antigüedad superior a 6 meses, con independencia del origen o procedencia.
Por tanto, es palpable la preocupación a nivel europeo por el uso indebido, así como almacenamiento injustificado de nuestros datos personales.
Puesto que no debemos olvidar que la utilización de estos datos requiere de nuestro consentimiento, salvo situaciones justificadas, situación que no se dio en el caso de la Europol.